Quienes teman que, al plasmar las historias en papel, se pierda la esencia de la tradición oral deberán dar una oportunidad a La jícara y la sirena, la recopilación de relatos sobre el lago de Zirahuén publicada recientemente por ideazapato.
Y es que la encargada de la investigación, recopilación y edición, Berenice Granados, logra no sólo mantener los rasgos de oralidad del lenguaje –lo que otorga al libro un estilo muy particular- sino hacer evidente que voces distintas pueden entretejerse para conformar un solo relato.
Siete vecinos del pueblo de Zirahuén son quienes narran los doce relatos que avanzan desde los orígenes del lago hasta los encuentros desafortunados que algunos hombres (no mucho tiempo atrás) han tenido con el mismo.
“Entonces, si algún muchacho se ahogaba, el lago se silenciaba… silencito, el lago. Por eso ya nosotros empezamos a creer que sí es encanto, la laguna es un encanto”, explica Fernando Calvillo, un pescador de 52 años.
Relato a relato, La jícara y la sirena cuenta como -ya sea en forma de sirena, de jícara o logrando engañar a los pescadores con fabulosas pescas- la laguna atrae a los hombres hacia la profundidad para no permitirles regresar nunca más.
Las historias van acompañadas de ilustraciones del artista de Querétaro Ezekiel. Con pluma y sobre papel de laboratorio, Ezekiel retrató cada uno de los relatos con los trazos detallados que definen su estilo. Los tonos sepia con los que coloreó su obra terminan de dar el halo de misterio que desprende el conjunto de los relatos.
La jícara y la sirena, recomendado a partir de diez años, surgió a partir de una investigación más amplia de Berenice Granados, Deseo y muerte: entidades femeninas acuáticas mesoamericanas. Mitos, ritos e iconografía, y fue uno de los dos proyectos seleccionados en la convocatoria lanzada por ideazapato en 2013.
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